Trascendieron informaciones sobre una reactivación de la carrera de agente de André Cury, quien pasa a ser el representante del atacante del Palmeiras Dudu. Cury es el hombre del FC Barcelona en Brasil. Ignorar que hay agentes que manejan el mercado de muchos clubes alrededor del mundo sería ingenuo. Pero por más que Cury pueda garantizar contactos al FC Barcelona, chirría que por sus manos pasen gestiones de una institución tan prestigiosa, como si ésta no tuviera otros medios. Entre otros motivos porque Cury no tiene un buen cartel en determinados clubes. En la práctica es cerrarse puertas. Y porque sería complicado explicar en el futuro que alguno de sus jugadores pudiera incorporarse a la entidad blaugrana. Igual tampoco debe resultar escandalosa esta relación en el ámbito del mercado del FC Barcelona si en el pasado el presidente Bartomeu justificaba la presencia de Ariedo Braida en su proyecto por su agenda de teléfonos. Cabe preguntarse de qué sirve contar con determinados técnicos-dirigentes-asesores en tu club para que te abran puertas si acabas pagando 40 millones por Paulinho o las obscenas cifras relativas a las operaciónes de Philippe Coutinho u Ousmane Dembélé. Cualquier cuatro de copas puede gestionar la compra de un jugador consagrado por esos precios. Es el fútbol de nuestros días.
