Ribéry, nunca una alegría: del Balón de Oro esfumado a la ausencia en el Mundial

© foto de Imago/Image Sport

Del tercer puesto en el Balón de Oro después de ser uno de los favoritos a la ausencia del Mundial. El 2014 ha sido para Franck Ribéry un año para olvidar. Ayer ha alcanzado el pico de la desilusión máxima que un futbolista puede experimentar en su carrera. El francés del Bayern ha intentado hasta el último momento recuperarse de la lesión, pero no ha habido nada que hacer: en Brasil no estará y es la enésima desilusión de un verdadero "annus horribilis". El 13 de enero pese a los cinco títulos conquistados con el Bayern, Ribéry termina tercero en el podio del Balón de Oro superado por el vencedor Cristiano Ronaldo e incluso por Leo Messi. La desilusión es grande y no la esconde en sus declaraciones.

El 2 de febrero llegó la primera de las muchas lesiones de la temporada y pese a la recuperación Pep Guardiola lo mantuvo fuera del partido ante el Hertha Berlin, que supuso matemáticamente la conquista del título en la Bundesliga. Con el técnico catalán la relación nunca ha sido óptima, hasta el punto de que en una entrevista para Kicker reconoce no estar de acuerdo con la política de rotaciones que no le ha permitido tener la forma física idónea. El 29 de abril Ribéry salta al campo sin dejar huella cuando el Real Madrid se impone por 0-4 en el Allianz Arena y deja fuera de la Champions League a su Bayern.

Por último, llega la decisión de Didier Deschamps de llamar a Rémy Cabella en su lugar. "Tengo el alma partida", declaró Ribéry. Y no es el único excluido ilustre del Mundial: Riccardo Montolivo, Radamel Falcao o Roman Shirokov, además de Marco Reus, son los últimos agregados a una lista de la que formaban parte Víctor Valdés, Kevin Strootman, Ilkay Gündogan o Theo Walcott. Con Cristiano Ronaldo y Robin van Persie lejos de la mejor forma y en duda para los primeros partidos, no hay motivo para estar contentos.