... Pablo Andrés González

El atacante del Novara Pablo Andrés González y su bellísima esposa Verónica Villar se han conocido cuando ella trabajaba en el mismo negocio que el hermano Lucas, como nos cuenta ella, en exclusiva para nuestra sección:
"La primera vez que he visto a Pablo - confía Verónica - fue en el negocio donde trabajaba, recuerdo que fue un encuentro algo divertido, tenía un chandal gris lleno de pintura azul, estaba haciendo trabajos en casa de su madre, pero me impactó enseguida".

¿Se puede decir que fue el clásico flechazo?
"Sí, para mí ha sido amor a primera vista".

¿Cómo te ha conquistado?
"No ha hecho mucho para conquistarme, es muy tímido".

¿Cómo es en la vida privada?
"Es un chico humilde, sencillo, muy dulce pero sobre todo sensible. Tiene mucho amor por su familia y no se olvida nunca de sus verdaderos amigos y de su familia, de los hermanos a los sobrinos (ocho exactamente, y llegarán pronto otros dos, ríe, ndr). Él es el mismo chico que he conocido hace ocho años. Yo por seguirle he dejado a mi familia, el trabajo, a las amigas, pero no me he arrepentido jamás, lo volvería a hacer porque cada día que pasa estoy más enamorada".

¿Hay algún defecto suyo que no soportes?
"El defecto que no consigo entender es: ¿por qué cuando se despierta de mal humor nunca cierra los cajones? (ríe, ndr)".

¿Cuál es el recuerdo más emocionante de tu matrimonio?
"Nos hemos casado en el Ayuntamiento de Novara, Barbara, a decir verdad, ha sido muy emocionante. La única nota discordante es que después de la boda debió concentrarse con el equipo".

¿Cómo es como padre?
"Es un papá muy dulce, llena de besos a nuestros niños (Amadeo, Pía, Gael). Con ellos vuelve a convertirse en un niño, a menudo se tira por los suelos para jugar con ellos. Es el mejor padre del mundo. También el mío lo es" (ríe, ndr).

Verónica, ¿quién cocina en casa?
"Él cocina poco, pero sabe hacer bien la carne, como buen argentino las parrilladas son su especialidad".

¿Su plato preferido?
"Muslos de pollo, patatas, cerveza y carne, no le gustan los dulces ni el helado".

¿Cómo pasáis el tiempo libre?
"Naturalmente con nuestros hijos".

¿Cuál es su demostración de amor cotidiano?
"Me prepara el desayuno todos los días, me repite que me ama y me llama mil veces al día".

¿Qué le deseas para su carrera?
"Le deseo que sus decisiones le hagan un hombre feliz".

¿Sois creyentes?
"A decir verdad soy la persona más creyente que existe (ríe, ndr), soy devota de la medalla de la Virgen Milagrosa, ella siempre está con nosotros. Lo más importante es ser buena persona, sin egoismo y sin odio hacia los demás".

Antes de despedirnos, Verónica, ¿hay algo que querrías decirle a través de esta entrevista?
"Sí, le quiero decir que estoy orgullosa de él y que estaré siempre con él porque hemos nacido para estar juntos y no debe preocuparse del futuro porque si estamos juntos tenemos todo lo que se necesita".

Gracias Verónica, por esta simpática charla.
"Gracias a ti, Bárbara, y un saludo a todos vuestros lectores de TMW".