Villarreal y Valencia, a día de hoy, dos realidades diferentes

© foto de Alessio Alaimo

Nuestos primeros dos artículos, de febrero de este año, fueron dedicados a Valencia y Villarreal. El primero sobre la gran decepción que era el Valencia de esta temporada, el segundo sobre la positiva confirmación (no sorpresa, confirmación) que era el Villarreal de esta campaña.

Tres meses después y con la Liga prácticamente concluida, los dos escenarios se han confirmado plenamente. El Valencia ha sido una profunda desilusión y no ha logrado ni siquiera llegar a clasificarse para la Europa League y el Villarreal se ha convertido en una bonita realidad asegurándose una plaza en la Champions League (por no hablar de la fuerte posibilidad de que llegue a la final de la Europa League).

Todo esto de acuerdo a lo que habíamos previsto aquí y por los motivos enumerados entonces. Precisamente por ello, por el hecho de haber enumerado los motivos para ambas situaciones, no creo que sea necesario reiterar los conceptos. Prácticamente en el final de la temporada, haciendo una especie de balance de las dos realidades en este curso, decir que la constante inestabilidad del Valencia con la confusión total creada por la destitución de Nuno Espírito Santo, el mega error de Neville y tantas otras cosas, han influido desgraciadamente, así como la temporada decepcionante de gente del espesor de Enzo Pérez o Rodrigo. En lo positivo destacaría la confirmación del mega talento de André Gomes (que parece destinado a llegar al 'Calcio' italiano) y de Santi Mina.

En el Villarreal la cita con la Champions para la próxima temporada y la espectacular campaña en la Europa League, son 'hijas' no sólo de la estabilidad, sino, pese a la decepción de Adrián López, también de los superlativos Mario Gaspar o Bakambu. Pese los méritos del Villarreal, cuando la diferencia en la clasificación es de 20 puntos y cuando pierdes claramente en casa un derbi por 0-2, es que hay algo muy equivocado en el universo del equipo 'Che'...