Mercado futbolístico o "mercado persa"

“Los sistemas de mercado no regulados acaban destruyéndose a sí mismos. ¿Ha llegado el sistema de mercado a su fin? Como persona apegada a los valores tradicionales, espero que no. Mil años de historia económica atestiguan objetivamente lo indispensables que son los sistemas de mercado”. (Samuelson).

En la Liga española acaba el mercado de fichajes el 31 de agosto cuando el Campeonato comenzó el 15, una anomalía del mundo del fútbol que no acaba de normalizarse. Suele decirse, en muchos casos, que la compra-venta de futbolistas es lo más parecido a un “mercado persa”. La obra musical de Albert William Ketelbery ya describió con su música oriental aquello del “mercado persa”: La llegada de los camelleros, el paso majestuoso de las monturas, el canto de los mendigos, la llegada de la Princesa, los malabaristas, los encantadores de serpientes, el paso solemne del Califa visitando el mercado, el canto de los mendigos, el final del mercado se representaba con el crepúsculo…

Los futbolistas son tratados como mera mercancía, los clubes y los agentes de futbolistas pujan con “cifras industriales” y los aficionados viven en la inopia jugando a “Reyes Midas” del Siglo XXI. Y nada menos que Mijail Gorbachov nos ilustró que “El mercado no es un invento del capitalismo. Siempre ha existido. Es un invento de la civilización”. Pero, dadas las dificultades financieras de los equipos, “A la feria muchos van, a ver y a no comprar”.

Un ejemplo, el Real Madrid traspasó al Arsenal a Odegaard por un total de 40 millones de euros. Los que de todo opinan, sin mayor conocimiento de los mercados, se atrevieron a minusvalorar estas “burradas” criticando al vendedor (Real Madrid) porque “se podía haber vendido por 20 millones de euros más”. ¿En base a qué…? La ignorancia es atrevida. El Barcelona demostró que” Los mercados pueden mantener su irracionalidad más tiempo del que tú puedes mantener tu solvencia”, dijo Keynes.

Curiosamente, la ausencia de fichajes “maravillosos” por parte de los clubes españoles lleva a juicios dogmáticos de la prensa especializada: “El nivel de la Liga española ha bajado”. Y no es tanto por lo que no se ficha sino por lo que fichan otros, entre ellos destacan los ingleses, italianos y franceses (PSG específicamente), manteniendo toda la Liga alemana una gran coherencia empresarial. Y de tanto repetirlo, el ambiente del fútbol español se va volviendo pesimista.

Decía J. M. Templeton que “Los mercados alcistas nacen del pesimismo, crecen en el escepticismo, maduran en el optimismo y mueren en la euforia”, o sea, que la Liga española agotó un ciclo eufórico y como la LFP incorporó “dinero fácil” con una propuesta de un Fondo de inversión, es posible que a última hora haya algunas sorpresas. Aunque si aquella fuera del R. Madrid, precisamente este equipo renunció a los acuerdos mayoritarios en la LFP, entendiendo que a largo plazo el Fondo se beneficiará en exceso y mucho menos los Clubs firmantes, comprometiendo hipotecas de un 10% de su patrimonio comercial por 50 años.

El Real Madrid pretendió fichar a Mbappé al París Saint Germain. Ofreció diversas cantidades (hasta 200 millones de euros fue la última oferta) que no fueron consideradas ni siquiera se llegó a dialogar para una negociación civilizada. Quizás sea oportuno recordar la “Parábola del rico insensato”, también llamada “parábola del rico necio”, o “del rico tonto”, y que aparece en el “Evangelio de Lucas”. Tampoco es cuestión de mezclar fútbol y religión. Este proceso es una muestra del “error de darle mucha importancia a la riqueza lo que conduce a la avaricia”. Aspiran a “alojar al jugador francés en una jaula de oro” atiborrándolo de euros y, quizás, menos cariño humano que reservan para su cuadra de caballos de carrera. Es digno de análisis el por qué Mbappé no quiere ni ampliar su compromiso a pesar del “plantillazo” de compañeros disponible, entre ellos Messi. Con todo, el “propietario” quiere hacer ostentación de poderío y avaricia suprema. La insensatez del rico, ofuscación apoyada por el favoritismo que recibe en estos momentos de la UEFA sin respetar el “Fair Play Financiero” y otras normas complementarias.