Mercado de Invierno: Mensajes torpes de Navidad y Fin de Año

Vemos en estos días, en todos los programas de televisión, las mejores jugadas de fútbol que no tienen por qué coincidir con los mejores equipos, las anécdotas más curiosas, los fallos más ridículos de algún delantero que no supo culminar en gol, las "cantadas" más sonadas de los porteros, las decisiones más atrevidas de los entrenadores, las atrevidas declaraciones de algún directivo que va por libre y no se coordinó con sus compañeros de directiva o con el mismo presidente...

Son épocas de resúmenes, como si la temporada empezase ahora mismo sin darnos cuenta que las planificaciones se formularon allá por el mes de junio (Acabada la anterior temporada), y los mejores fichajes se culminaron en julio y agosto... Es una manera de que los entrenadores, las directivas, las secretarías técnicas, los managers y cualquier directivo en fichajes reconozca que sus planes solo han durado tres meses...

Y todo porque los resultados no son los previstos; o porque aún jugando bien, los puntos no acaban de llegar a un número razonable; los nervios afloran, las aficiones exigen, los directivos ya comentan en público que en el "mercado de invierno" habrá que reforzar al equipo... Mientras tanto, reconociendo dichas flaquezas, ya se han encargado de echar al entrenador por los logros no conseguidos precisamente con una plantilla que, a la semana de expulsar al técnico, aseguran que "no da la talla"...

Por tanto, la mayoría de los equipos pierden dinero, pierden aficionados a los campos, pierden confianza, pierden prestigio y pierden entrenadores... Y con ese bagaje, concluyen que "hay que fichar". Con lo que, implícitamente, dan mensajes negativos a todos sus futbolistas, a la plantilla se le está diciendo: "Necesitamos mejores futbolistas". Y la plantilla se desespera dentro de vestuarios, los comentarios entre futbolistas echan fuego, los que juegan ven peligrar sus puestos, los que no juegan ya deducen que no volverán a jugar, y por tanto el ambiente del equipo cada vez es más negativo, desesperante, y van perdiendo la poca confianza que tenían...

A mí me agradan los mensajes firmes en Navidades y Fin de Año: "¡No habrá ninguna incorporación en esta plantilla. Con lo que tenemos debemos clasificarnos!" Ello significa que se confía en todos los profesionales, que se planificó correctamente, que nadie debe temer nada y a partir de ahí se esforzarán todos al máximo para hacer equipo. Ese es el auténtico mensaje conciliador y ganador. Y otra ventaja, de esa manera el mercado de fichajes permanece controlado y a sus precios razonables. Cuando se anuncian fichajes los futbolistas suben de precio... Y no están las economías para dispendios que nunca son la solución definitiva.