Göltze de oro

Alemania se coronó ante Argentina en Maracaná. Los de Löw lograron el Mundial perfecto tras eliminar a las dos grandes selecciones sudamericanas en suelo enemigo. Nunca antes un país europeo había logrado campeonar en América y los germanos acabaron con esta estadística barriendo a Brasil en semifinales y derrotando a Argentina en la final. Mejor imposible.

El Mundial no pasará a la historia por ser el de Messi, al que en realidad se le estuvo esperando hasta el minuto 120 del último partido. Sus cuatro goles antes las 'potencias' de Bosnia, Irán y Nigeria no deben tapar el flojo torneo del delantero del Barcelona. Ni un tanto de octavos a la final, ni fue decisivo ni estuvo a la altura de las circunstancias. Tampoco Argentina, que se alzó con el honor de ser subcampeón habiendo marcado un solo gol en el tiempo reglamentario de los cuatro partidos a vida o muerte.

La FIFA volvió a hacer de las suyas otorgando aun así el Balón de Oro al capitán de la Albiceleste. Ante tal fallo, a la gente le da por pensar, y con razón, que estos premios individuales cada día tienen más de política y menos de criterios futbolísticos. La mano de Grondona y que el máximo organismo internacional del fútbol comparta patrocinador con Messi son algunas de las teorías que ya han sido lanzadas como motivos reales de tal decisión. Ciertas o no, lo único verídico y contrastado es que resulta incomprensible que Messi haya sido nombrado mejor jugador del Mundial.

En el lado de los campeones destacan Kroos y Müller por encima de los demás. El torneo que se ha marcado el que será nuevo jugador del Madrid es para enmarcar. Ha tenido galones y ha dirigido la máquina alemana desde el centro del campo. Hasta el gol de Götze, las mejores oportunidades de los germanos habían pasado de una u otra forma por sus botas. Por su parte, Müller parece haber heredado el idilio de Klose con los Mundiales y a sus 24 años ya suma 10 goles en esta competición. El delantero es un todoterreno que brilla más con su selección que en el Bayern, donde pierde jerarquía y peso específico en el juego.

Götze e Higuaín vivieron en Maracaná las dos caras opuestas del fútbol. Mientras el primero pasó a la historia y tapó así un discretísimo torneo con el tanto que valió el título, Higuaín hizo de Higuaín. 'El Pipita' volvió a fallar en un partido grande, en el más grande. Lyon, Dortmund y Atlético se vinieron a la cabeza de los aficionados... y también a la del exmadridista. El argentino pasará a la eternidad por aquel clamoroso error en la primera parte. Nada de lo que haga o consiga logrará ya borrar aquella imagen del minuto 21 de la final del Mundial de Brasil.

Alemania saca brillo a su cuarta estrella y se confirma como la selección más regular en los Mundiales. Un campeonato, un subcampeonato y dos semifinales son sus estadísticas en lo que llevamos de siglo XXI. La paciencia y el trabajo de Löw por fin se han visto recompensados con un título, que quizá hubieran sido más si no hubiera coincidido en el tiempo con la mejor España de la historia.