Futbolistas, ni máquinas ni robots

En octubre de 1996, en el número 185 de “Muy interesante”, se publicó una entrevista a Marvin Minsky que presume de controversias y polémicas asegurando: “Me da igual. No pretendo convencer a nadie, me gusta ser polémico. No siempre las mejores ideas científicas son las más comunes”. Y se extiende sin prisas sobre digresiones sobre inteligencia artificial, inteligencia humana, cibernética, ciencia ficción, neurología, robots… El investigador asegura que, ahora mismo, “tenemos máquinas hábiles, pero no inteligentes. No son capaces de aprender de un millón de formas distintas, como hace el ser humano”.

(…) “Una máquina debe aprender de sus fallos. Para hacer que una máquina progrese no sirve de mucho decirle que algo es correcto. Si lo ha hecho, es que sabe cómo hacerlo. Pero si ella hace algo mal y tú se lo dices, entonces ella cambia. La mayoría de las veces los errores son mejores para aprender que los aciertos”. (…) “Las máquinas todavía no son muy buenas en el terreno de la solución de problemas, pero creo que los seres humanos hacemos cosas increíbles – simplemente por la manera en que trabaja nuestro cerebro. Y podremos simular con ordenadores todo lo que conocemos sobre su funcionamiento. Así que no habrá diferencia alguna”.

Siendo muy interesante todo lo que nos ilustra el científico, yo me quería centrar en el fútbol jugado por personas. No me interesan ahora mismo otras cuestiones. Y me hago eco de opiniones como Guardiola, Jurgën Kloop, Zidane, etc, cuando indican la saturación de los calendarios y el poco tiempo disponible para entrenar a los futbolistas y, por supuesto, que ellos puedan descansar entre esfuerzos incluso para que no pierdan la salud como ocurre actualmente con el exceso de lesiones que se producen, en su mayoría, por excesos físicos y mentales. Aunque debo sobreponerme a esta provocación de M.M., al responder acerca de “la manifestación más estúpida de la inteligencia humana” – “El deporte. ¿Cómo es posible que haya máquinas tan maravillosas como el cerebro, con miles de millones de neuronas capaces de producir miles de sinapsis cada una, desperdiciadas en la función inútil de tirar pelotas dentro de un aro?”

Podemos observar que hay más gente que Borges, o Kypling, o Umberto Eco, etc., que rechazan el deporte y por extensión el fútbol. Pero la cuestión actual es lo que manifiesta Casemiro, futbolista del Real Madrid: “No somos máquinas; es imposible hacerlo bien siempre con tantos partidos”. Explicándose del estado de situación de su equipo: “Es una temporada muy rara, no es normal. Con partidos cada tres días. La pretemporada no fue buena. Muchos equipos están teniendo altibajos. No estamos teniendo tiempo para descansar. Es imposible con tantos partidos. Este año el fútbol es diferente. Queremos hacerlo bien contra todos los equipos, pero es casi imposible”. Todo el ambiente futbolístico estaba pendiente de las respuestas del Real Madrid contra el Borussia Mönchengladbach en el Alfredo Di Stéfano, el día 9 de diciembre. Sinceramente, se respiraba un ambiente de inquietud y de desconfianza. “Tenemos que encarar el partido como si fuera una final. Este club nos enseñó que las finales no se juegan, las finales se ganan… Vamos con el corazón, con el alma”, dijo el brasileño. “Sabemos que es el partido más importante del año…”

Y me gustó esta reafirmación: “No solo yo, sino toda la plantilla, está al cien por cien con el míster y confiamos en su trabajo y valoramos mucho lo que está haciendo y lo que hizo con nosotros… Estamos acostumbrados a jugar bajo presión. Sabemos lo que nos jugamos. Es gestionar las emociones, pero sobre todo preparar bien las cosas…” Afortunadamente, el Real Madrid jugó un excelente partido, ganando por 2-0 a los alemanes y clasificándose primeros de su grupo. Y no hubo necesidad de manifestarse como autómatas sino que el fútbol fue de precisión, de asociación, de colectividad, y jugadores como Modric, con 35 años, expresó su rendimiento con una gran pujanza física y técnica, sin ningún síndrome robótico, cuando hace bien poco lo querían jubilar “por viejo” en diversas tertulias de “expertos”…