El poder educativo del fútbol

Publicaron una entrevista de Vicente del Bosque en El País, una sección publicitaria de BBVA muy bien documentada e ilustrativa. Mi paisano, exfutbolista, exentrenador, exseleccionador de España con quien ganó el “Mundial2010” y “Europeo2012”. Una trayectoria ejemplar en el Real Madrid como futbolista, formador de jugadores en décadas y entrenador del primer equipo con diversos títulos logrados. Cuatro veces nombrado “Mejor Entrenador del Mundo” por la Federación Internacional de Historia y Estadística; “Mejor Entrenador de Europa” en 2000 y 2002 por la UEFA.

Por su aspecto humanístico de dirigir, el esfuerzo, la humildad, y liderazgo “amable”, Del Bosque siempre será un modelo a seguir: “Hemos ganado, pero también hemos perdido y de las derrotas se aprende”.

De las preguntas que le hace Rebeca Gallego entresaqué unas cuantas conclusiones:

** “El fútbol tiene un poder educativo tremendo.

** “Si estoy aquí es precisamente porque hemos ganado. Si no hubiéramos ganado, seguramente no tendríamos esta conversación”.

** “Parece que ganar es lo único que importa… En el fondo hay que saber gana y saber perder. Y las derrotas claro que te enseñan…

** “La motivación no puede ser temporal, o puede ser selectiva, debe de ser maratoniana.

** “Cada uno es esclavo de su forma de ser, pero yo prefiero un liderazgo cordial, compartido, permisivo… Si no influyes no es un liderazgo, es lo contrario… creo que si tú tienes un liderazgo emocional con los jugadores, te llevas bien, eres cordial, también exigente… También que te crean. Si no te creen, difícilmente puedes llegarles a ellos.

** “He tenido entrenadores muy buenos pero, principalmente, muy humanistas, gente de mucha valía que no solo sabían de fútbol, muchas veces si solo sabe de fútbol, no sabe ni de fútbol”.

** “Creo que el entrenador tiene que ser lo más equilibrado posible, ni dramatizar mucho la derrota, ni creer que porque ganes eres un fenómeno”. “¿Cómo son los jugadores? Sabemos cómo somos todos, un poco egoístas… No se entiende el fútbol sin generosidad, y la vida… Que sean inspiradores también… Leales…”

** “Si tenemos educadores buenos tendremos buenos jugadores… Si tenemos buenos entrenadores, buenos formadores, pues tendremos buenos equipos y eso es ley de vida”.

¿Qué aprendí yo del fútbol? Por encima del toque de balón, el golpeo, los marcajes, los desmarques y otros conceptos tácticos, el dinero fácil de las primas, el mejor bagaje educativo del fútbol siempre fue la disciplina en los horarios, en la higiene, en el trabajo, en los hábitos y comportamientos dentro del terreno de juego y fuera de él, el respeto por las Reglas, la aceptación del contrario como un competidor al que hay que intentar superarlo con las mejores artes, con nuestra propia mejora continua, la aceptación de la crítica sujeto al análisis externo, etcétera. El aprendizaje en las pérdidas de partidos es fundamental en la educación general a través de la competición deportiva; el respeto de los fallos del compañero, o del contrario, o del entrenador, o de los árbitros nos faculta para un talante positivo que nos oriente a ser ciudadanos equilibrados…

En la etapa de jugador no acabas de ser consciente de todo ello, todo se impregna de una manera silenciosa, por eso el tránsito por la misión de entrenador incorpora muchas valencias a ese estilo de educación, dicho aprendizaje supera al concepto individual y se comienza a pensar en coordinar colectivos, de hecho a cualquier jugador que le preguntes piensa que la etapa de jugador es mejor que la de entrenador porque es un etapa que solo tienes responsabilidades individuales y no colectivas como es el caso de los técnicos. El concepto de coordinación, de justicia, de hacer equipo a base de cincelar virtudes y defectos de todos y cada uno de los futbolistas, es una tarea costosa y de duración en el tiempo. De todos mis entrenadores recibí ayudas: Antonio, Vicente, Tony, Paco Hache, Luis Diestro, Pepe Hériz, Fuentes, Santiago, Lesmes I, Héctor Martín “Torini”, Arturo, Humarán, Maside, y alguno que ahora mismo me puedo estar olvidando… Todos me educaron. De todos me acuerdo con nostalgia.