El fútbol necesita de ídolos
El día 11 de agosto pasado jugaban la “Supercopa de Europa” los equipos Chelsea y Villarreal. Un partido jugado de poder a poder, los ingleses eliminando todas las rémoras del fútbol táctico actual, es decir, suprimiendo los toques entre laterales y centrales sin avanzar más allá del medio campo, y conduciendo a la máxima velocidad buscando el máximo de penetraciones a la puerta contraria. La primera parte prevaleció la fortaleza inglesa y el Villarreal se aculaba demasiado poniendo en peligro su portería.
Pero en la segunda parte, los españoles tomaron la iniciativa amparada por un buen juego combinativo y mirando al frente, presionando la salida del contrario y recuperando mucho más que antes. Hasta que empataron en una excelente jugada culminada por el delantero villarrealista Moreno. Las cámaras enfocaron a la grada y vi cómo dos “hombretones” vestidos de amarillo lloraban de alegría por la consecución del empate. Y me acordé de la realidad del momento. Esta gente nunca tuvo en sus huestes a Messi pero disfrutan de su equipo, de sus jugadores, de sus medios, con un sentimiento de pertenencia excepcional.
¿Es que los aficionados del Villarreal no tienen también sus ídolos? Pues claro que sí y no necesariamente los mejores futbolistas, ni los más guapos ni los más ricos. Pero son los suyos, los que defienden sus colores, los que les hacen disfrutar en las victorias y apoyan incondicionalmente en las derrotas. “Los ídolos se encuentran en varias religiones: pueden ser simulacros o imágenes; estos objetos de culto a veces son adorados como dioses - de hecho, cuando la gente empezó a adorar a un becerro de oro, Moisés quedó muy decepcionado. Un ídolo también puede significar una especie de existencia ideal. También con este término se puede indicar a una persona amada por el público - como una estrella de rock o una celebridad que causa delirio en cada aparición pública”. (Mundifrases.com).
En una entrevista de Juan Irigoyen (ElPaís, 12. Agosto), Messí contestaba con gran sensatez: “Al final, lo importante en las Ligas son los equipos. Siguen estando el Barcelona y el Real Madrid y también están el Sevilla, el Valencia y el Atlético, que son los clubes grandes. Los clubes estuvieron siempre a pesar de que se hayan ido los jugadores. “La Liga” sigue siendo una competición grande e importante. Ya se han ido otros jugadores y los clubes siguieron. Siguieron existiendo y rindiendo. Al Real Madrid y al Barcelona les va a costar, pero en unos años se van a acomodar. Van a volver las grandes estrellas al fútbol español”.
Ya lo decía Washington Irving que “El ídolo de hoy arrincona al héroe de ayer, y a la vez lo reemplaza por el héroe del mañana”. Curiosamente, Mbappé del PSG está a punto de firmar por el R. Madrid y se ha revolucionado la Liga con este ídolo deseado, previamente el desencadenante fue la marcha de Messi. Pero es que Cristiano viajó a Manchester, por la mañana se aseguraba que su destino era el City y, en jugada maestra, el viejo maestro de entrenadores, Ferguson, influyó para que Cristiano recalase en el United.
Son movimientos “a la desesperada” pero, definitivamente, la llegada de Mbappé al Real Madrid constituiría un nuevo hito tanto para Real como para la Liga. Y, a lo mejor, Hazard puede aterrizar en la Juve. Son elucubraciones periodísticas que pueden consolidarse, o no, en las próximas horas.
Y, al margen del dinero, se confirma que el fútbol necesita de ídolos.