Don Sergio Ramos García

La 'Décima' llegó por Camas, previa escala en Lisboa. El coraje y la lucha del Real Madrid se vieron reflejados en la figura de Sergio Ramos durante los 90 minutos. Como un verdadero capitán dirigió en el campo y también en la grada, a la que levantó en más de una ocasión con sus innumerables gestos de complicidad. La entrega del andaluz proyecta esos valores del madridismo que tanto han intentado reinventar algunos en los últimos años. Ramos no conoce más amigo sobre el terreno de juego que el que lleva la camiseta blanca y un escudo redondito en el pecho. Como debe ser y como siempre ha sido.

La historia tenía su momento guardado para el central madridista. En el minuto 93 de la final ante el Atlético, Sergio se levantó impulsado por un fuerza desconocida para empujar con el alma el balón al fondo de la portería de Courtois. Privado de la gloria en aquella trágica tanda de penaltis ante el Bayern, los dioses del fútbol devolvieron con creces al camero su dedicación y su amor al Real Madrid.

El defensa fue el autor del que quizás ha sido el gol más importante en la historia del Real Madrid. Sus locuras transitorias y su obcecación con la portería contraría en algunos partidos han quedado totalmente indultadas después de aquel eterno cabezazo en Da Luz. El momento de Sergio Ramos llegó como tenía que llegar, de forma natural y sin estridencias.

A pesar de su titubeante inicio de temporada, el central madridista ha sido el gran protagonista en las semifinales y en la final de la Champions. Sus dos goles ante el Bayern, sumado al conseguido ante el Atlético, hacen de Sergio Ramos un serio candidato a escoltar a Cristiano entre los finalistas al Balón de Oro 2014. El espíritu de la 'Décima' ya tiene nombre propio, don Sergio Ramos García.