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Vanoli agradece a Okoye, 4-3-3 y nuevas jerarquías. Se acabó la peor versión de ACF Fiorentina, banquillo a salvo

de Dimitri Conti

La ACF Fiorentina por fin rompió el maleficio, goleando 5-1 al Udinese en el Artemio Franchi, el conjunto toscano puso fin a su peor racha sin victorias en la Serie A, que se alargaba 15 jornadas. Al decimosexto intento, llegó el primer triunfo en este campeonato tanto para la ACF Fiorentina como para su entrenador, Vanoli.

Sin duda la ACF Fiorentina y Vanoli pueden dar las gracias por ello a la tempranera e innecesaria expulsión del meta visitante Okoye nada más empezar el partido, pero no se puede reducir a eso lo visto sobre el césped del Franchi. El conjunto viola supo sobreponerse a un ambiente hostil y a un estado anímico que últimamente parecía muy tocado. Lo hizo con una respuesta tan contundente que deja entrever algo más. Hubo algo más, más allá de Okoye.

Hubo un par de decisiones de Vanoli, muy rupturistas, que no pasaron desapercibidas. El técnico de la ACF Fiorentina salvó el banquillo siendo consecuente con su discurso: sacó el coraje que exigía a los suyos y cambió el sistema. Se acabó el deprimente 3-5-2; paso a un 4-3-3 que, sin balón, se convierte en 4-5-1, con Parisi y Gudmundsson reconvertidos en extremos y Ranieri cubriendo el carril zurdo de la defensa. Y luego, cambio de jerarquías: el brazalete de capitán, pese a estar en el once tanto el primero como el segundo designado (Ranieri y Mandragora), acabó en el brazo del portero De Gea. De momento, son los movimientos que le han permitido salvar el banquillo y cortar la peor racha de la historia de la ACF Fiorentina. Si servirán de base para algo más, está por ver. En ese sentido, el mercado puede echar una mano. Al fin y al cabo, para eso mismo está a punto de llegar Paratici.


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