SSC Napoli, brillante en la noche de Riad. Doblete de Neres, 2-0 al Bolonia y 3ª Supercopa
Un SSC Napoli de altos vuelos conquista su tercera Supercopa de Italia, tras las de 1990 y 2014. Bolonia, aniquilado con un 2-0 que incluso se queda corto para los de Antonio Conte. Los partenopeos dieron una lección de fútbol, lástima que ante pocos presentes: aunque Arabia Saudí ha invertido 23 millones para esta edición de la Supercopa de Italia, la respuesta del público no estuvo a la altura, con muchos asientos vacíos y una organización que cubrió parte de los fondos con lonas para disimular.
Partido sin historia desde los primeros compases
Hubo poca historia sobre el césped: el Bolonia asomó en los primeros minutos, pero las ocasiones fueron todas del Napoli, que se plantó en un 3-4-2-1 que potencia las cualidades técnicas de David Neres y la habilidad entre líneas de Elmas, con Lobotka en la sala de máquinas y McTominay con licencia para pisar área. Por fuera, enorme trabajo de sacrificio de Politano, al que se le vio incluso bajar a defender. Como ante el Inter FC, el Bolonia se mantuvo vivo gracias a las intervenciones de Ravaglia y el muro aguantó hasta el 38', cuando Neres recibió de un saque de banda, se metió hacia dentro y soltó un disparo con rosca desde fuera del área ante el que el portero no pudo hacer nada.
Neres, genio y oportunismo
Con el 1-0, el Napoli jugó a placer. El Bolonia trató de adelantar líneas con el único efecto de permitir a los partenopeos golpear en velocidad y generar un aluvión de ocasiones. Hojlund lo intentó de todas las maneras, pero fue Neres quien volvió a marcar. Si el 1-0 fue magia, el segundo fue puro olfato de '9': el brasileño aprovechó un pase blandito de Ravaglia a Lucumí, le robó la cartera al colombiano y batió al meta con una vaselina. El resto, un carrusel de ocasiones para el 3-0 antes de que la copa fuese para manos del capitán Di Lorenzo, que, como Diego Armando Maradona, ya ha levantado con el brazalete dos ligas y una Supercopa.
Otra final perdida para Vincenzo Italiano
Sabor amargo para un Bolonia que, de las cuatro participantes, parecía la más hambrienta de título y se diluyó en el momento clave. Para Vincenzo Italiano es la cuarta final perdida de cinco disputadas. Probablemente, eso sí, la menos dolorosa.