Palladino y ese 'todos juntos', clave para recomponer a la Atalanta BC
La comunicación en el fútbol puede serlo todo o no ser nada, pero siempre refleja buena parte de la identidad actual de un equipo, para lo bueno y para lo malo. En la Atalanta BC de Palladino se recurre mucho a la primera persona del plural: ese 'nosotros' que pone a todos al mismo nivel y pone en valor lo colectivo, donde cada uno es pieza clave de un engranaje que solo funciona si todos reman en la misma dirección.
Míster Raffaele, al término de un partido llamado a quedar para la historia (ganarle al Chelsea FC no pasa todos los días), reunió al equipo en un círculo y volvió a compactar al grupo con la energía y el entusiasmo que siempre le han distinguido. Como explicó en rueda de prensa, el contenido se queda en el vestuario, pero uno quiere imaginar una arenga similar a la que lanzó Aquiles a sus mirmidones antes de la batalla, al grito de: '¡26 jugadores valen más que todo un ejército de campeones del mundo! ¡Más allá de esa playa os espera la inmortalidad!'
Más allá de la metáfora, no es nada nuevo para el técnico nerazzurro: de AC Monza a ACF Fiorentina es casi una costumbre recomponer el grupo, remarcar siempre ese 'todos juntos' para hacer importante a cada pieza, subrayando, eso sí, que el bien del equipo está por encima de todo. Se gana juntos, se pierde juntos: sin aires de superioridad ni ponerse por encima de nadie; más bien un maestro que, como en El club de los poetas muertos, camina con los chicos para que se sientan parte de un proyecto.
La Atalanta que se arropa, igual que su gran público, que la protege como una manta caliente ante el frío y las dificultades: ellos también, parte de ese 'todos juntos'. Club, jugadores, míster y afición. Juntos se cayó; juntos se volverá a levantar: la idea adecuada para una Atalanta que solo así puede levantarse, precisamente, toda junta.