.

Lazio, un Comandante solo con su gente: el último grito de auxilio de Sarri

de Lorenzo Beccarisi

"Yo no tomo una postura; la situación es tan clara que, si la expongo, me cae una sanción". Intenta evitar males mayores Maurizio Sarri en la rueda de prensa posterior al Lazio-Cremonese, un partido del que el conjunto celeste sale sin los tres puntos pero con la indignación a flor de piel. Otro encuentro cargado de jugadas controvertidas no puede sino avivar la polémica que desde hace semanas acompaña a la Lazio. Ayer, el Olímpico se posicionó abiertamente del lado del equipo en su pulso con el estamento arbitral. "Y ahora expulsadnos a todos", rezaba una pancarta; en la Curva Maestrelli, durante la primera parte, otra coreografía repleta de tarjetas rojas para celebrar la gesta de Parma. Quien no se posiciona es el club, algo que Sarri quiso subrayar también ayer en rueda de prensa: "Te ruego que hables con el club; la vez que hablé de los árbitros, la entidad emitió un comunicado para decir exactamente lo contrario".

Lazio, Sarri entre presente y futuro

La idea extendida es que el futuro de Maurizio Sarri en el banquillo de la Lazio puede quedar condicionado por posibles limitaciones a la hora de fichar. Lo que ocurra en enero y, sobre todo, en junio, puede influir, pero es solo uno de los factores que llevarán al técnico toscano a valorar su futuro. "Me haría una ilusión enorme seguir aquí mucho tiempo, pero luego habrá que evaluar todas las situaciones". En ese "todas las situaciones" entra también la actuación del club en la defensa del grupo y del propio Sarri. Desde aquel Inter FC-Lazio que terminó con un comunicado desmintiendo al técnico toscano, las acciones polémicas se han sucedido: del penalti no pitado ante el Ac Milan a la roja a Gila contra el Bolonia, pasando por las dos expulsiones en Parma y hasta los dos penaltis reclamados ayer frente al Cremonese. En todo este tiempo, las únicas palabras del club sobre los arbitrajes llegaron el lunes del presidente Lotito, al margen de la cena de Navidad: "Esto también es responsabilidad de la afición: cuando está unida pasa una cosa. Al perro flaco todo son pulgas: si todos le atacan, otros pueden hacer lo mismo". Desmentir al entrenador y atribuir a la afición parte de la responsabilidad por los errores arbitrales. El Comandante y su gente se han quedado solos; le tocará a Sarri decidir hasta cuándo acepta ese papel.


Otras noticias