Esta ACF Fiorentina no levanta cabeza: para intentar salvarse hace falta otra Fiorentina

La enésima derrota del curso, que devolvió a la ACF Fiorentina a la oscuridad de la que parecía salir tras el triunfo ante el Udinese, vuelve a poner sobre la mesa el mercado de enero, ya a la vuelta de la esquina.
Habrá que tomar decisiones claras, valientes y meditadas. No se puede dejar nada al azar.
Fabio Paratici, nuevo dirigente en ciernes que ya ha dado el sí a la ACF Fiorentina pero espera cerrar el acuerdo con el Tottenham Hotspur para volver a Italia, tiene por delante una tarea durísima.

Ni siquiera Kean puede ser intransferible
Antes que nada tendrá que hablar con todos y, de una vez por todas, identificar a quienes no tienen intención de pelear por salvar a la ACF Fiorentina. Está claro para todos que este equipo está lleno de jugadores sin carácter para batallar en una situación que ellos mismos se han buscado firmando partidos de nivel ínfimo. Aquí no puede haber intransferibles, porque nadie se salva de un rendimiento desastroso. Ni siquiera Moise Kean puede considerarse intocable e intransferible, porque también él está atrapado en la mediocridad del curso.

El fracaso de los nuevos fichajes
Al menos Richardson dio la cara: pidió salir y hasta marcó el camino a los dirigentes. Y lo pagó quedándose fuera de la convocatoria para visitar al Parma Calcio. Donde, por cierto, habría venido de perlas en lugar de un Sohm (16 millones invertidos en verano) que entró al campo paseándose. La ventana de verano de Pradè y Goretti es un fracaso total. Ninguno de los fichajes ha acabado siendo titular. Nadie ha estado a la altura de un equipo que debía subir el listón y que se encuentra con 9 puntos tras 17 jornadas de liga.

Salidas necesarias
El capítulo de salidas puede empezar precisamente por muchos jugadores que llegaron hace apenas unos meses. Incluso con una larga cadena de cesiones si hace falta. Pero Sohm, Nicolussi Caviglia, Dzeko, Viti… son todos nombres a los que la ACF Fiorentina podría empujar hacia la puerta, junto a cualquiera que no tenga ganas ni capacidad de enderezar esta temporada a la deriva. Piccoli no puede salir, pero también él se está destapando como un mal encaje semana a semana.

Una esperanza llamada mercado
Reflexiones que alcanzarán también a futbolistas llamados a ser pilares pero que rinden a ráfagas, incluido ese Gudmundsson en el que Paratici confía mucho pero que sigue alternando breves momentos de lucidez con largos pasajes de gestos negativos que desesperan. Incluso el último alibi de los jugadores de la ACF Fiorentina se vino abajo con el cambio de dibujo que Vanoli estrenó ante el Udinese y confirmó frente al Parma Calcio. Ahora ya no hay nada a lo que agarrarse. Salvo a las salidas y, después, a los fichajes. Con la esperanza de que la enésima actuación mediocre de un equipo irritantemente coherente no haya bastado para hacer cambiar de idea al dirigente al que se le pide una auténtica proeza: corregir en marcha una plantilla que se ha revelado desastrosa.