Chivu: "En el Inter FC no hay tregua, es como estar en una lavadora. ¿Críticas? Me gustan, no me quejo"
Cristian Chivu ha sido premiado como mejor entrenador rumano del año por Gazeta Sporturilor, diario local que realizó una encuesta. Para el técnico del Inter FC es su cuarto reconocimiento, el primero como entrenador, y lo valoró así, según recoge FCInterNews.it: "Todo depende del grupo, del equipo con el que trabajas, de los éxitos que consigues o de las cosas positivas que has hecho. Para ganar un premio individual entran en juego varios factores. Ahora, como entrenador, dependes de los resultados y del estatus que seas capaz de alcanzar. Agradezco a Gazeta Sporturilor por este premio, pero también doy las gracias a todos los entrenadores que intentan desempeñar este trabajo de la mejor manera. Es una profesión en la que cuenta el entrenamiento que haces, lo que eres capaz de transmitir, lo que los jugadores llegan a entender. Por eso agradezco a todos, porque sé que no es fácil, sé cuánto trabajo, cuánta tensión y cuánta pasión pone cada uno para tener éxito".
Cuéntenos su 2025. Hace un año vivía un momento incierto y luego…
"¡No estaba buscando, estaba esperando! Esperaba la oportunidad adecuada para lo que quería hacer. Fue una espera bastante larga y, en febrero, llegó la posibilidad de ir al Parma, en la Serie A, donde no muchos pensaban que tendría éxito. Pero tuve la oportunidad de vivir 13 partidos en tres meses, con un camino que nos llevó a alcanzar el objetivo. Y eso pese al escepticismo de muchos por un calendario complicado. Parecía imposible que el Parma se salvara".
En el Inter FC jugó muchos años.
"Es distinto, aunque conocía a la mayoría de la gente de aquí. Durante seis años estuve día tras día, semana tras semana, en la ciudad deportiva. Sabía con quién trataba, con quién trabajaba. Conocía a los jugadores, el valor del equipo, de la plantilla, las expectativas que, en general, se tienen de un club como el Inter FC".
Nadie tiene paciencia cuando se trata de resultados.
"Los resultados son lo más importante. Es como una lavadora que no para y te estampa contra todas las paredes. Nunca hay paz, siempre estás bajo presión por los resultados. Juegas cada tres días, ni siquiera tienes tiempo para entrenar. Lo viví como jugador y ahora como entrenador. Pero la gestión es distinta, la metodología también. Con la ayuda del cuerpo técnico y la experiencia que acumulé como jugador, consigo crear mi espacio y fijar prioridades para el grupo, el equipo, el club y la afición".
¿Cómo lidia con la presión que rodea al club interista?
"Sé qué responsabilidades tengo y lo que significa representar al Inter FC a este nivel. No me quejo. Me gusta la responsabilidad, me gustan las críticas. Me gustan muchas cosas que me mantienen despierto y me ayudan a tener los pies en el suelo, al margen de los resultados. A este nivel tienes que ser consciente de que, tras dos derrotas, empiezan las dudas".