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Bolonia, del Mercato delle Erbe al Sassuolo: la Navidad de Holm entre vinilos y familia

de Leonardo Nevischi

Una Navidad con sabor genuinamente boloñés para Emil Holm. En la noche de ayer, el lateral rossoblù eligió el corazón de la ciudad para desconectar unas horas en compañía de su familia: con él, su hermano Linus y sus padres, paseando por las calles del centro iluminadas por el ambiente festivo.

Tras un intento fallido en el "Pastis", el grupo se movió unos metros y se "refugió" en el Mercato delle Erbe. Allí Holm descubrió "Borgo delle Erbe", un local recién inaugurado que se está convirtiendo rápidamente en referencia de la movida de la ciudad. Les recibió el propietario, Leonardo Negri, en un ambiente distendido y cercano.

La velada se aderezó después con música en Borgo Hi-Fi, el nuevo espacio para los amantes del vinilo, donde había programada una sesión de DJ navideña. Entre tema y tema, Emil Holm se dejó llevar por el sonido seleccionado por Davide Santandrea, conocido como DJ Rame, mostrando curiosidad e implicación por un proyecto que une cultura musical y vida social, en plena sintonía con el espíritu del Mercato delle Erbe.

Al fin y al cabo, no es nuevo ver a Holm disfrutar de Bolonia lejos de los focos del césped para desconectar y recargar la mente. El lateral sueco ya ha demostrado en más de una ocasión que aprecia la vida cotidiana de la ciudad: a menudo se le puede ver en el "Bar Vittorio Emanuele", en la Piazza Maggiore, sentado a una mesa junto a su pareja, Linn Albrecht.

Una Navidad sencilla, hecha de familia, música y lugares emblemáticos del centro histórico. Momentos de normalidad y de calor que llegan en el momento oportuno. La decepción por la final de la Supercopa de Italia perdida ante el SSC Napoli en Arabia Saudí sigue fresca, pero el calendario no da tregua. El domingo a las 18:00, en el Renato Dall’Ara, los rossoblù recibirán al US Sassuolo en un duelo que representa un tramo delicado de la temporada. Ante los neroverdi será, de hecho, el partido número 52 del año natural para el Bologna FC, fotografía de un 2025 extremadamente exigente, a menudo jugando cada 72 horas. El conjunto rossoblù ha afrontado 36 partidos de liga, 6 de Europa League, 5 de Copa de Italia, 2 de Champions League y 2 de Supercopa de Italia, en una campaña que ha puesto a prueba el físico y la lucidez mental.

Desconectar unas horas, reencontrarse con los suyos y respirar el aire de casa es clave para dejar atrás la amargura y volver con energía. Sobre todo porque en un contexto así, no está permitido levantar el pie. En liga, los de arriba han pisado el acelerador y quien pierda fuelle corre el riesgo de quedarse atrás. La advertencia llega del pasado reciente: hace un año, el 30 de diciembre, el Bologna FC se frenó en el Dall’Ara con el 2-3 ante el Hellas Verona FC. Un tropiezo que este año Vincenzo Italiano querrá evitar.

En este sentido, el derbi emiliano es la ocasión ideal para transformar la frustración en rabia positiva y retomar el camino. Y también con veladas como la que vivió Emil Holm en el corazón de la ciudad se gesta la concentración adecuada para estar preparados.


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