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Bologna, Castro como en Bérgamo: profecía y destino que se repiten. Y ahora aparece también Immobile

de Leonardo Nevischi

El Bologna doblega al Parma por 2-1 en el Dall’Ara y sella el billete para los cuartos de final de la Copa de Italia gracias a un gol de oro de Santiago Castro en el 89’. Un triunfo sufrido, forjado tras un duelo vibrante e intenso que, de entrada, con el tanto tempranero de Benedyczak, hizo reaparecer los fantasmas de la Cremonese; después, con el empate de Rowe, llegó la reacción del cuadro boloñés, que mandó durante muchos minutos, aunque acabó pasando apuros antes del arreón final.

El gol del argentino no es solo un desahogo, es una confirmación. Vincenzo Italiano, en la rueda de prensa del miércoles, había hablado de un Thijs Dallinga por fin desbloqueado: “Ha cambiado el chip, le felicité porque le veo siempre sonriente, hace los movimientos correctos y en el campo muestra otro aire”.

Y fue el propio Dallinga (titular) quien dejó su sitio a Castro en el 70’. Un relevo con aroma a testigo, casi un mensaje: te toca. Y Castro respondió de la mejor manera posible, decidiendo el partido.

Una respuesta que alguien incluso había predicho. Guido Viggiano, fisioterapeuta y osteópata que trabaja con Soulé y, precisamente, con Castro, ayer por la tarde —a menos de una hora para el choque— le escribió por SMS para preguntarle cómo estaba. Castro le confesó que saldría desde el banquillo. Y llegó el mensaje premonitorio de Viggiano: “Hoy entras y definís las cosas hermano”. Todo ello acompañado por el sticker de la célebre celebración del 4 de febrero en Bérgamo, cuando —precisamente en los cuartos de la Copa de Italia— Castro, entrando por Dallinga, marcó el gol del triunfo ante el Atalanta. La respuesta del argentino, casi escéptica: “Sí amigo, olvidate”. Y, sin embargo, la historia se repitió. Fuera Dallinga, dentro Castro y otro gol decisivo. Otra vez en los minutos finales, otra vez en la Copa de Italia. ¿Casualidad? Quizá. ¿Un mensaje para Italiano? Sin duda.

Pero la noche boloñesa dejó otra noticia de calado: el regreso a los terrenos de juego de Ciro Immobile 103 días después de su última aparición. La entrada del delantero desató la ovación del Dall’Ara, entregado y con ganas de verle por fin volver a mojar.

Pocos minutos para él, lo justo para coger ritmo en las piernas y empezar a preparar el esperado regreso al Olímpico, el domingo, frente a su Lazio. Emocionado, Immobile quiso agradecer a la afición también en redes con una foto y un mensaje sencillo: “¡Gracias a todos, ha sido emocionante!”

Por primera vez en meses, Vincenzo Italiano puede mirar al frente de ataque con una sonrisa plena. Con un Immobile recuperado, un Castro decisivo y un Dallinga en crecimiento constante, la batería de ‘nueves’ está por fin al completo. La temporada entra en su punto álgido y tener tres perfiles tan distintos puede convertirse en el arma definitiva del Bologna. Y si la noche del Dall’Ara enseñó algo, es que ninguno de los tres está dispuesto a ceder a los demás el papel de protagonista.


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