Un año para recordar en el Rayo: un equipo hecho a imagen de su joven técnico

El Rayo Vallecano no olvidará jamás 2025. Fue un año histórico, marcado por el regreso a Europa 25 años después gracias a una trayectoria extraordinaria en LaLiga. El gran artífice de ese hito es Íñigo Pérez, el entrenador que llevó a los franjirrojos hasta el octavo puesto, igualando la mejor clasificación histórica del club y sellando el billete para la previa de la Conference League. El 24 de mayo, segundos antes de la invasión de campo de una afición desatada, la imagen icónica de la temporada: Pérez celebrando abrazado a Trejo, arropado por un grupo que nunca dejó de creer en él.

Pese a su juventud, el técnico de 37 años impuso ideas claras y reconocibles, transformando al Rayo en una máquina casi perfecta. Presión alta, intensidad, velocidad y verticalidad definieron la identidad de un equipo hecho a imagen y semejanza de su técnico. Un trabajo que ha potenciado a varios jugadores, con Jorge de Frutos como gran ejemplo, hasta debutar con la selección española. Sus resultados no pasaron desapercibidos: en verano sonó para clubes como Osasuna e incluso para equipos de la Premier League, donde su amigo y mentor Andoni Iraola intentó llevárselo en más de una ocasión. Pérez, sin embargo, decidió quedarse en Vallecas para vivir la aventura europea. Apuesta ganadora.

El Rayo cerrará 2025 en decimoquinto lugar, a tres puntos del descenso, tras empatar con Barcelona, Real Madrid y Betis. En la Conference League, en cambio, el camino ha sido sobresaliente: pase directo a octavos con cuatro victorias, un empate y una sola derrota. "En Europa nos merecemos un 9", admitió el técnico. Y el sueño sigue también en la Copa del Rey. La gestión de las rotaciones, la implicación de toda la plantilla y un carácter fuerte han conquistado a la afición y al vestuario. El verdadero milagro, ahora, puede ser retenerle.