Udol, símbolo del RC Lens: cuatro roturas del cruzado, siempre se levantó y sueña con el Mundial
A sus 29 años, tras superar cuatro roturas del ligamento cruzado, Matthieu Udol se ha convertido en uno de los símbolos del resurgir del RC Lens y ahora incluso puede permitirse soñar con el Mundial. Lo que parecía una carrera truncada, marcada por un destino cruel, se ha transformado en una historia de resiliencia.
Frenado varias veces por gravísimas lesiones en la rodilla derecha, Udol nunca bajó los brazos. Cada caída tuvo su respuesta y, paso a paso, ha llegado a la que quizá sea la mejor temporada de su carrera. Tras una salida nada sencilla del FC Metz, club al que devolvió a la Ligue 1 y del que llegó a ser capitán, el lateral zurdo encontró en el RC Lens el entorno ideal para rendir al máximo. Utilizado por Pierre Sage tanto como carrilero como de central en una defensa de tres, Udol se ha asentado como fijo en el once. Su regularidad también ha movido las jerarquías internas, hasta propiciar la salida de Machado. Los números le avalan: fiabilidad defensiva, proyección ofensiva y ya tres asistencias en lo que va de curso; la última, decisiva para el triunfo en el campo del FC Nantes.
En el vestuario es un referente. Los compañeros elogian su ética de trabajo y una actitud siempre positiva, fruto también de una atención casi obsesiva a la preparación física. Horas de gimnasio, trabajo preventivo a diario y un cuidado del cuerpo poco común han convertido el trauma en fortaleza. Con el RC Lens líder y lanzado hacia el título de campeón de invierno, la llamada de la selección se vuelve inevitable. Udol se mantiene cauto, pero no esconde su ambición. La comparación con Jonathan Clauss, que explotó tarde precisamente con la camiseta Sang et Or antes de llegar a la selección francesa, no es casual. Si mantiene esta continuidad, Deschamps podría premiarle.