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¿Slot o Salah? La cúpula, obligada a tomar medidas tras las palabras del egipcio

de Michele Pavese

El Liverpool vive en el caos y Arne Slot corre serio peligro de perder el banquillo. La crisis de resultados de las últimas semanas ha dejado al técnico neerlandés en una posición incómoda a pocos meses de conquistar la Premier League. Un problema que se ha agravado en las últimas horas por las declaraciones de Mohamed Salah, que pueden asestar el golpe de gracia a una temporada tan tormentosa. Tras tres partidos consecutivos empezando en el banquillo en liga —ante el West Ham, el Sunderland y el Leeds United—, el delantero egipcio expresó toda su decepción: "Pensaba que tenía buena relación con el entrenador, pero de repente ya no. Parece que alguien no me quiere en el club".

El ambiente en Anfield ya es irrespirable: la dirección, con Michael Edwards y Richard Hughes al mando, está entre la espada y la pared. Destituir a un entrenador por deseo de un jugador sería un precedente peligroso, pero nombres como Oliver Glasner, del Crystal Palace, o Steven Gerrard, leyenda de los Reds sin equipo, empiezan a sonar como posibles sustitutos. Sobre el césped, el Liverpool es octavo en la tabla con 23 puntos, a diez del liderato y a dos de los puestos de Champions, con actuaciones irregulares, como demuestra el empate encajado ante el Leeds en pleno descuento. Ahora, eso sí, habrá que tomar medidas: las palabras del jugador no hacen más que echar más leña al fuego en una situación ya muy delicada.

La situación se complica aún más por la inminente marcha de Salah con su selección para la Copa de África y por el mercado de invierno a la vuelta de la esquina. Salah y Slot tienen contrato hasta 2027, pero está claro que el banquillo del técnico neerlandés es el que más quema ahora mismo. En Anfield, la guerra interna entre la estrella egipcia y el club amenaza con desencadenar una revolución totalmente inesperada.


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