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Derrumbe del Feyenoord, fuera de la Copa. Van Persie, cara a cara con la afición: ¿su futuro, en el aire?

de Yvonne Alessandro

Así no va el Feyenoord. Ayer, en la Copa de los Países Bajos (KNVB Beker), el conjunto de Robin van Persie no solo cayó derrotado, sino que quedó eliminado ante el SC Heerenveen (2-3), lo que coloca al técnico de 42 años en una situación muy delicada. Para los rojiblancos es la séptima derrota en los últimos nueve partidos oficiales, una racha que no hace más que alimentar las dudas y la preocupación en torno a la gestión del ex delantero del Manchester United.

"Si sigo siendo el hombre adecuado no me corresponde a mí decirlo", afirmó Van Persie en rueda de prensa. "Si dependiera de mí, me quedaría aquí trabajando muchos años: esa es mi ambición. Debo demostrar cada día que soy el hombre adecuado. ¿Lo lograré? Estaría muy orgulloso". Palabras contundentes, pero aún más el gesto de un entrenador que, junto a varios jugadores, se acercó a la grada de sus aficionados, enfadados y dolidos por la dolorosa eliminación copera. Con bronca incluida hacia el técnico.

Un gesto a modo de disculpa. "Sentí que nuestra afición lo necesitaba", explicó Van Persie sobre el motivo del gesto. "Es normal que expresen su enfado. Al final hacemos todo por nuestros aficionados, para hacerles felices. Ahora no lo están, y es lógico. La responsabilidad recae, ante todo, en mí y en nosotros. Consideré justo escucharles". Las cifras recientes del Feyenoord asustan, pero el míster del Feyenoord no se plantea dimitir: "Creo firmemente que vamos a darle la vuelta a esta situación. Ojalá empecemos ya el domingo (ante el Twente). También creo en mí mismo como entrenador y pienso que juntos superaremos este bache".


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