La Juventus ya ha elegido a su delantero centro para el futuro: ahora le toca a Spalletti. Comolli, en la recta final para anunciar al director deportivo, y hay una incorporación clave que ha pasado demasiado desapercibida...
La Juventus ya ha decidido quién será su delantero centro para el futuro: Jonathan David. Está llegando, paso a paso, actuación tras actuación. Un futbolista que ha necesitado, y aún necesita, tiempo para integrarse y adaptarse al fútbol italiano, a los ritmos de la Serie A, a la nueva ciudad y al entorno. Los números y la trayectoria del canadiense hablan claro: los rumores sobre una posible salida en enero fueron desmentidos de inmediato por el propio jugador, su entorno y la Juve. Damien Comolli cree firmemente en su apuesta: David es una pieza central del proyecto que viene y Luciano Spalletti ahora deberá tomar también una decisión clara y definitiva. ¿Seguir con el palo o pasar a la zanahoria? El canadiense tiene un carácter particular; ¿hasta cuándo soportará los constantes rapapolvos del técnico de Certaldo? Llegará el momento, tras haberle considerado el recambio de Dusan Vlahovic, en que Spalletti lo eleve definitivamente a titular. En el centro del proyecto.
Un proyecto que va tomando forma a duras penas y poco a poco. Hay mucho que cambiar, mucho que rehacer, mucho que ajustar. El dirigente francés sabe bien que a este equipo le faltan líderes con personalidad y carisma. Falta un mediocentro organizador capaz de llevar la batuta, uno a lo Morten Hjulmand, del Sporting de Portugal, que sigue siendo la gran obsesión de Comolli. Quizá imposible, por coste y fórmula, pero el perfil está claro. Hay que apuntalar la defensa, hace falta un portero para el nuevo ciclo, hacen falta muchas cosas. De entrada, para enero, los objetivos pasan por futbolistas de presente y futuro, para ir integrándolos durante seis meses a la espera de revolucionar el once titular en verano.
Para lograrlo, y bajo la guía del CEO Comolli, está al caer el director deportivo. La carrera, a estas alturas, debería ganarla Marco Ottolini, que tras su salida del Genoa ha sido colocado cada vez más cerca de Turín. Acelerones, frenazos, pero nunca marcha atrás. Hubo opciones también en el extranjero, pero su conocimiento del mundo Juve —donde Ottolini fue ojeador internacional—, del ecosistema de directivos y agentes de la Serie A, su red de relaciones y también su perfil personal hacen del dirigente de 45 años, natural de Gardone Val Trompia, el candidato número uno. Y ya se entra en la recta final hacia el anuncio.
A propósito de anuncios. Uno ha pasado demasiado desapercibido para la importancia y el calado que tiene. Se trata de Darren Burgess, nuevo Director of Performance de la Vecchia Signora. Porque contar con un coordinador, un supervisor y un analista al frente de la preparación física, la prevención de lesiones, la nutrición y el apoyo psicológico y motivacional es un fichaje que solo poquísimos grandes clubes del mundo tienen. Es un paso que, para un club italiano, supone un salto hacia el futuro, hacia una dimensión que puede poner a la Juventus a la altura de los mejores. En otras disciplinas, quienes supieron adelantarse a la competencia en estas metodologías (piensen sobre todo en el ciclismo o en los deportes norteamericanos) lograron ventajas inimaginables. En los planes de Comolli, la llegada de Burgess es un paso fundamental en esta línea.