Celta, la mejor decisión empresarial es hacer cantera
Los clubes de fútbol, todos, dicen que hacen cantera. Y, normalmente, le dejan esta labor a entrenadores jóvenes, voluntariosos, mal pagados y con pocos medios que tratan de desarrollar a futbolistas importantes para el futuro del club. Cuando el entrenador del primer equipo toma decisiones sobre la elaboración de la plantilla, en combinación con las secretarías técnicas, es muy difícil que alguien "tire" de algún jugador de las secciones inferiores. Entre otras cosas porque los entrenadores quieren siempre los jugadores profesionales más capacitados, más hechos, más formados y con trayectorias contrastables. En ningún caso, cuando se quiere subir a un jugador de cantera, se cuenta con sus entrenadores, con sus formadores.
Los clubes de fútbol mantienen muchas veces las canteras sin que su objetivo principal sea hacer jugadores para el primer equipo. En realidad, los clubes reciben de la Federación una serie de subvenciones por mantener muchos equipos de cantera, desde las edades más jóvenes hasta el umbral previo al primer equipo. Muchos presidentes, ante la situación de que los equipos grandes les roban a futbolistas de cantera, amenazan con cerrar los equipos de cantera... Pero nunca lo hacen. ¿Están dispuestos a renunciar a las subvenciones federativas?
Siempre mantuve que las canteras no se pueden hacer de abajo a arriba, los entrenadores jóvenes no pueden funcionar así. Las decisiones de cantera deben funcionar de arriba hacia abajo. El presidente debe "imponer" decisiones y pasar a jugadores al primer equipo. Obligatoriamente. Días atrás entrevistaron al presidente del Celta de Vigo, quien justifica el fichaje de Luis Enrique para avanzar en decisión de apoyo a la cantera, pero de una manera evidente y clara. Carlos Mouriño se ha empeñado en esta política de futuro... Explica cómo un club que llegó a 80 millones de euros de deuda, tras una Ley Concursal ha llegado a sanearlo "sufriendo mucho, sobre todo en los resultados. Y con una cosa muy importante: tener una filosofía de cantera. Sacrificamos dos jugadores del presupuesto para dar esa solidez y solvencia al primer equipo en aras de seguir invirtiendo en las categorías inferiores. Hay que estar muy convencido, saber los riesgos que corres y no salirse de ese camino". Y remata al final: "El Celta nunca más debe pensar en hacerlo a golpe de talonario".
Es una corriente de aire fresco que un presidente lo tenga así de claro: "Me quedaría muy satisfecho si dejo la Ciudad Deportiva hecha, al club consolidado y, si me pongo a soñar, con un canterano por puesto sería extraordinario". Por tanto, insisto, sería definitivo que los presidentes se implicaran más en esta política. Irrenunciable. Pero no por la necesidad crítica de este momento tan difícil en lo económico, sino como política de futuro...