Benítez-Nápoles, una renovación posible
Tras un inicio de temporada decepcionante con la eliminación en Champions League y solo cuatro puntos en las primeras cuatro jornadas de Serie A, los aficionados del Nápoles están volviendo, lentamente, a sonreír. La incertidumbre de este nuevo curso, para los napolitanos, no estaba relacionada solo con los resultados del césped. El contrato Rafa Benítez caduca en el 2015 y su ambicioso proyecto con el club sureño podría acabarse después de solo dos temporadas.
El técnico, para seguir con el club, quiere garantías que van más allá de los fichajes de mercado: Rafa desea hacer crecer el Nápoles también a nivel de estructuras y varias veces confirmó la importancia de ese aspecto para su trabajo y la fuerza del equipo. En septiembre Benítez por primera vez habló de su renovación, anunciando que habría conversado de su futuro con De Laurentiis a la vuelta del presidente desde Estados Unidos, donde estuvo casi un mes. El dueño del club partenopeo no quiso perder tiempo: el pasado miércoles, su primer día en Nápoles tras el largo viaje, se presentó en la ciudad deportiva con Andrea Chiavelli, al que en Italia hablan "el hombre de los contratos". Tras el encuentro con Benítez y el director deportivo Riccardo Bigon, el presidente publicó a través de Twitter una imagen de los cuatro juntos y sonrientes, con este mensaje: "Un encuentro agradable y proficuo". Una señal clara.
La renovación de Benítez sería una gran noticia para el club sureño, el técnico es una garantía para su crecimiento a nivel deportivo e internacional. Tras los tweets del presidente, esa circunstancia ya no parece utopía. El equipo azzurro lleva tres victorias seguida entre Liga y Europa League y el domingo tendrá su examen más importante ante el Inter de Mazzarri, que vive un momento de profunda crisis. Ganar en San Siro significaría cancelar el negativo comienzo de temporada y volver a pelear con ilusión por los primeros puestos de la tabla, algo que Rafa Benítez sabe hacer perfectamente. Y, justo por eso, en Nápoles no le quieren perder.